sábado, 28 de noviembre de 2015

La sutil diferencia entre quererse y adorarse

Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo o mente, pero yo también lo soy de opinar. Dicho esto...

Estoy viendo que la gente tiende, sobre todo en las redes sociales, a quererse de una forma, creo, demasiado extrema, e incluso he podido ver a algunas personas afirmar que la "humildad" no es necesaria y que es denigrarse y subestimarse a uno mismo. Ese "quererse a uno mismo" a veces se convierte en un "hacerse publicidad de lo bueno que eres", e incluso en ocasiones a enseñar a los demás la "magnificencia de tu cuerpo y alma, situándote por encima del resto de banales mortales porque no comparten tus gustos, que son supremos y dignos de los dioses, que por cierto, uno de ellos, soy yo." Es decir, yo, yo, yo, yo, yo, yo o una autofelación en toda regla.

Hablando de forma más seria, no llego a comprender este comportamiento. Desde luego que es recomendable quererse y tener buena autoestima, pues te ayudará en incontables momentos difíciles de la vida, pero asumir que esa falsa autoestima, que más bien es arrogancia y soberbia, es lo recomendable, me parece llegar a unos extremos poco saludables. Y lo peor de todo es que las personas que presentan este comportamiento suelen tener un ingente número de admiradores, es decir, gustan y atraen, de ahí su complejo de Dios/a. Como con todo, se podría mantener un término medio decente, o por lo menos no olvidarse de que ese término medio existe y volver a él de vez en cuando, pero al parecer hay personas que se obstinan en no mirar más allá de sus pies. No quiero generalizar, pero también parece que muchas de esas personas son las que especialmente muestran una carencia considerable de empatía -algo que no es de extrañar ya que su vida es un espejo perpetuo y no ven más allá de sus narices-. Pareciera que quieran demostrar que son super humanos, capaces de vivir alejados de lo mundano y del resto de personas que no merecen su contacto. Pero... si están tan seguros de quererse de forma plena, ¿qué necesidad tienen de clamarlo a los cuatro vientos? De ahí nace su mayor incoherencia, pues para quererse tanto como se quieren, parece que necesitan de los demás. Su círculo de autocomplacencia parece que se rompe y se convierte en un triángulo en algún momento.

Nunca la humildad será un impedimento del quererse, es más, la humildad es totalmente complementaria. Una persona humilde es la que reconoce sus puntos débiles y sus fallos, y en una muestra de quererse, después de admitirlos, intenta paliarlos. ¿De qué sirve quererse de esa manera exacerbada si después no eres capaz ni de ver tus más resaltables defectos, y con ello, no llegar a esa perfección que parece quieren alcanzar? De qué sirve ser tan bueno, según tu punto de vista, si después no eres capaz de hacer lo más mínimo para ayudar a tus semejantes. No creo que exista un paradigma de buena persona, ya que están basados en la moral creada por las ingentes sociedades que han existido, pero me arriesgaría a afirmar que dentro de ese paradigma la humildad es uno de los rasgos más necesarios. No sé en qué momento de la evolución humana la autoestima pasó a llamarse arrogancia, lo que sí sé es que da auténtica pena ver que esas personas son las que triunfan en la sociedad actual. Aunque en verdad, no debería sorprenderme, porque sociedad tan fría, altanera y egoísta como la actual realmente necesita de elementos de ese calibre.

"Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría."
Salomón

"Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto"
Antonio Porchia



jueves, 26 de noviembre de 2015

Pobre sentido común

El sentido común está de luto desde el nacimiento del ser humano. Mejor dicho, está de luto por sí mismo, pues nosotros hemos sido los responsables de su funesta muerte. Desde nuestra aparición jamás la paz hizo acto de presencia, y la guerra se formó gracias al falso sentido común que decidimos imponer. Esta nueva conciencia universal, que ha ido cambiando de disfraz con cada generación, genera diferencias que nos hacen ser ciegos que claman ver la luz. De hecho, nunca un sentido común nos ha sido tan diferente e inusual, y sobre todo, tan ajeno y tan diferenciador. La conciencia colectiva está compuesta de neuronas que deciden independizarse las unas de las otras, creyendo en vano que están en lo correcto y, que de hecho, podrán vivir en la más plena individualidad. Somos girasoles que creemos poder vivir sin el sol, y que con la sombra del mismo nos bastará para subsistir. Somos besos que creen no necesitar unos labios para poder existir. En definitiva, somos humanos que creemos no necesitar de nosotros mismos. Y esta tónica continuará hasta que el último de los seres humanos, junto a sus últimos suspiros, comprenda que jamás se nos fue dada la capacidad del sentido común; era algo demasiado puro para una especie corrompida como la nuestra.

viernes, 20 de noviembre de 2015

En momentos de silencio

En momentos de silencio, 
cuando no sepas qué escribir, 
es mejor que dejes correr ese momento
y las letras no averigüen cómo salir. 

Con esa quietud las letras escucharán mucho y seguro que por sí mismas, en una madrugada o un atardecer, golpearán contra tu mente y ya no te podrás desprender de sus gritos de ira poética. Es una presa acechante que aparece cuando no es buscada. Cuando el poeta, ávido de crear belleza, se arma con su letal pluma, la presa vive en la penumbra. Pero cuando el poeta duerme con la ayuda de Morfeo y exige descanso, la fulminante musa ataca sin clemencia, desgarrando los pensamientos y ennegreciendo la tranquilidad. Ya no puedes huir de ella, y en intento vano desgarras en el papel el funesto mensaje, quedando solo una sombra de lo que en un momento alcanzaste. Es el invento que descubre al inventor. Es el rayo que alcanza a la nube. Es la vida que alcanza a la muerte. Es el poema que dirige al escritor. Las letras son el último reflejo de los dioses en este mundo, el último vestigio esquivo de su benevolencia pasada. Y lo peor de todo es que creemos que nos encontramos en la luz, cuando en verdad ese resplandor en que pensamos estar es la sombra de la luz celestial.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Extrañas luces en el cielo de Los Ángeles

Me salgo un poco de la tónica general del blog para comentar brevemente un suceso que me ha llamado bastante la atención. El 7 de noviembre de este año, es decir, hace apenas unos días, se pudo ver en el cielo de Los Ángeles el siguiente fenómeno -por llamarlo de alguna forma y no pecar de atrevido-:



Aunque el mejor vídeo que he visto hasta ahora, con extraño ruido incluido, algo que no se puede apreciar en el resto, es este:
Poco después de que las fotos y los vídeos inundasen las redes sociales, la marina de los Estados Unidos emitió varios comunicados afirmando que aquello se trataba de un test con un misil no armado. Es aquí donde comienzan mis más que lógicas dudas:

  1. Aunque es una zona con fuerte presencia militar, como todo el país en sí, a quién se le ocurre hacer una prueba de esa envergadura en una población civil SIN AVISAR. Por lógica, cuando cualquier gobierno se ve en la extrema necesidad -casi nunca- de hacer pruebas militares sobre una población -o cerca- lo primero que se hace, por no preocupar a los habitantes y generar una histeria colectiva, o saturar las centralitas de los servicios de emergencia, es advertir de que tal día a tal hora se harán dichas pruebas. De primero de marina.
  2. Es muy raro que justo avisen cuando las redes sociales ya eran un auténtico bullicio de posibles teorías -desde las más disparatadas hasta las más lógicas y racionales-. Se puede considerar que son inteligentes, por qué esperar a que las sospechas se disparen y no avisar con antelación de que esas luces que van a ver son producidas por un experimento militar. Quizás no quieren que nos enteremos de que hacen esas cosas a "la luz de la oscuridad"...
  3. El ruido que se escucha en el segundo vídeo. Vale que la explosión o lo que sea pudiera ocurrir a cientos de kilómetros en lo vertical, ¿pero qué es ese ruido? Desde luego poco suena a una explosión convencional de un misil al uso.
  4. Algunos medios afirman que la marina ha declarado que se trata de un lanzamiento fallido, y que por eso ha podido verse. Imaginad, tratándose de verdad de un lanzamiento fallido, la cantidad de tests militares inadvertidos que el ejército estadounidense realiza en zonas cercanas a poblaciones civiles. Este lo hemos visto porque ha salido mal. La cantidad de los que han salido bien debe ser ingente, porque para tratar el asunto con tanta normalidad se puede suponer que están bien acostumbrados a hacer estar pruebas de esa forma.
  5. No controlo yo mucho de armamento, pero sé que con seguridad puedo afirmar que no se trata de un lanzamiento de un misil normal y corriente. Eso o que el lanzamiento ha sido fallido como dicen, lo que nos da muchas conclusiones interesantes.
  6. Mucha información incoherente sobre si el lanzamiento se ha producido desde un avión o desde un submarino, que si se cerró el espacio aéreo o sobre si este se encontraba abierto... raro.
Que no estoy afirmando que sea algo extraterrestre, ya sea alienígena o asteroide. De hecho creo que seguro se trata de un test militar que les ha salido algo torcido. Lo preocupante es saber con qué facilidad el gobierno de los Estados Unidos es capaz de realizar pruebas con armamento pesado cerca de población civil. Y bueno, si no se trata de un misil, como tampoco es sin duda un meteorito... creo que el Fallout 5 vamos a vivirlo en persona. Un vídeo y una noticia más que nos demuestran que, sea de la forma que sea, los gobiernos nos ocultan seguramente gran parte del potencial bélico que tienen, pues la forma de actuar de los mismos roza lo ilógico en multitud de ocasiones, como puede ser esta que os comento.

Y ya lanzándome a la piscina, yo creo que se trata de un misil que ataca mediante EMP o pulso electromagnético -gracias videojuegos-. Ese tono azul, típico de esa tecnología, junto al ruido que proviene de la primera "explosión", con cierto toque eléctrico, me hace pensar que "eso" basa su tecnología en los impulsos electromagnéticos. Quizás es un misil que al explotar inutiliza todos los aviones que estén a su alcance... y esa explosión es enorme debido a que el misil va emitiendo esos impulsos mientras avanza... útil es un rato, tampoco es absurda mi idea de arma. O como es fallido quizás su objetivo real es inutilizar los aparatos electrónicos del suelo, y no los del cielo. Quizás después de publicar esto el servicio secreto de los yankis viene a por mí y me recluta como científico armamentístico. Quizás, quizás, quizás. 

miércoles, 28 de octubre de 2015

miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Qué sois antes, españoles o seres humanos?

La idea original era hacer un "abogado del Diablo" con este tema, pero quizás tengo ciertos límites que no puedo o quiero traspasar, y supongo que este es uno de ellos. Mucha gente ya ha escrito sobre ello e incluso algunos están ya olvidando el asunto, como si se tratara de algo pasajero y arreglado; pero esta crisis migratoria solo ha hecho más que comenzar. No quiero ir de adivino, porque de política-social sé bastante poco, pero me atrevería a decir que esta va a ser la primera de las muchas migraciones masivas que, tristemente, nos veremos obligados a "arreglar" en un futuro quizás bastante próximo. Este suceso es suficiente para amargar el humor a más de uno, pues es muy triste ver cómo miles de personas se ven obligadas a abandonar su hogar por una guerra que ellos no comenzaron y a la que nadie (temo por interés) quiere dar verdadero término. Pero, en mi caso, aún más me enerva la hipocresía barata y gratuita que algunos de mis congéneres más cercanos demuestran.

Ya en su día puse vía Twitter algo que me pareció bastante acertado:

¿Qué sois antes, españoles o seres humanos?

Esto vino a cuento con la ingente cantidad de personas que, de forma hipócrita, afirmaban que los refugiados eran un problema que no "tenía que ver nada con nosotros". Sí, recalco ese nosotros. Es un hecho trágico que -y no con ello ataco al patriotismo, que aunque no lo siento, lo respeto- algunos seres humanos se sientan más pertenecientes a ciertos territorios o países que al género humano. Y esto me parece fatídico, pues si ni siquiera nos compadecemos de la desgracia ajena, o solo lo hacemos con los que comparten un sustantivo inventado y ficticio llamado país, algo cambiante y que apenas es más anciano que algunos de los árboles que nos rodean,  no sé qué será de nosotros como especie. Se puede compaginar perfectamente un orgullo patrio y un amor, más o menos generalizado, hacia el resto de seres humanos, pero parece que en este mundo de nacionalismos exacerbados prima más lo nacional que lo mundial; todo esto en un mundo que apenas es una mota de polvo en un inmenso mar negro. Nuestro pequeño orgullo pesa más, paradójicamente, que todo un infinito desconocido. Entonces, ¿qué somos nosotros? ¿personas de un planeta al que todos pertenecemos o ciudadanos de distintos países? ¿Anteponer unas fronteras artificiales, en lo general, bañadas con la sangre de miles de humanos, o asumir un sentimiento universal por quienes nos rodean? la respuesta es fácil, pero difícil es saltar el muro de intereses que nosotros mismos hemos edificado. Llego a comprender que los países, como entidades egoístas que buscan el bienestar de sus habitantes, no estén interesados en acoger personas que migran de otras naciones -con el inri de que ciertos países ya poseen una situación cuanto menos complicada- pero que sean las personas de a pie, las que viven el día a día de lo mísera que puede ser esta vida, las que opinen que los refugiados -porque son refugiados, no vienen aquí de vacaciones; sobre sus cabezas ronda la muerte- son problema ajeno y que no debemos ayudarles en lo posible, hace que pierda la esperanza en lo que somos y me hace ver lo ruines que podemos llegar a ser.

Y todo esto acontece en un país donde hace apenas setenta años gran parte de la población se vio obligada a emigrar a otros países -o algunos familiares o conocidos se vieron obligados e ello-. Gran cantidad de las personas que afirman que los refugiados vienen aquí a vivir la vida son hijos o nietos de exiliados que tuvieron que abandonar todo por una guerra que, fíjate tú por donde, ellos no propiciaron. Tienen la osadía de exigir a personas que sufrieron lo mismo que sus abuelos que no vengan a su país a "quitar el trabajo a los de aquí". Esto es lo peor de todo. Personas que por interés y egoísmo no son capaces de mirar atrás y bajarse del carro del orgullo patrio. Incluso aquellos antepasados que no pudieron salir de este país y fueron fusilados y coartados estarán revolviéndose en sus tumbas viendo esta injusticia. Y no es algo exclusivo de nuestro país, España no es tan diferente, la gran mayoría de los países europeos, países donde el mestizaje ha sido algo frecuente durante siglos, también son reacios a una ayuda real. De nada me sirven unos cuantos pisos para un puñado de refugiados; son cientos lo que se quedan sin un techo en el que poder dormir y miles los que tienen que sufrir el terror en su tierra natal o en el camino hacia la tierra no tan prometida.

No estoy exigiendo una ayuda frenética en la cual debamos sacar de donde no hay; cualquier pequeña ayuda se convierte en inmensa para esta pobre gente. Pero lo que me parece lógico y de sentido común es que no se niegue una ayuda que como seres humanos deberíamos entender como imposición en una moral que quiero creer existe dentro de todos nosotros. Lo que se está produciendo en Siria (y alrededores) es una auténtica tragedia, una de las peores de la historia me atrevo a afirmar, y el hecho de que año tras año los países más pudientes hayan decidido abandonar a su suerte a estos países me repugna (tan solo hace falta hacer mención al conflicto de Palestina).

Todas estas circunstancias nos dan una imagen muy práctica de la escasa capacidad de empatía que tenemos a día de hoy. Sé que el ser humano es egoísta por naturaleza, pero también sé que nuestra historia es una sucesión continua de acciones que luchan contra ese egoísmo y contra nuestro yo más primitivo. Creo que, estando en un siglo tan "avanzado" como se supone es el nuestro, debemos ir un paso más allá y fijar nuestras miradas más allá de ciertas fronteras impuestas por el hombre. Creo que va siendo hora de asumir que, como humanos, deberíamos tener ciertas preferencias y anteponer los sentimientos humanos a los patrios. O por lo menos, y quedándonos en una situación más terrenal, echar la vista atrás y ver en qué se resume nuestra historia, tanto la más cercana como la lejana, y no pecar de hipócritas. Estamos en un mundo demasiado pequeño como para dejar llevarnos por fronteras, y sobre todo, en un mundo tan pequeño en el que por ello sería demasiado fácil ayudar.

viernes, 28 de agosto de 2015

Abogado del Diablo: palabras aceptadas por la RAE

Estreno una nueva sección para el blog: Abogado del Diablo. Siempre es interesante defender causas perdidas o posiciones contrarias a las tuyas; es un ejercicio de abertura de pensamiento que permite ir más allá de lo que normalmente puedes observar o creer. Y sobre todo es útil para cerciorarse de que el mundo no es de una sola forma, sino de múltiples y variadas, tantas como humanos existen. Esto puede dirigirnos a una afirmación preocupante; nada es realmente como creemos que es. Causas perdidas y pensamientos denostados por la sociedad hay de forma incontable, por lo que espero que esta nueva idea sea fructífera en entradas y dé buenos pensamientos. Sobra decir que mis reflexiones internas, lo que siento dentro en verdad, realmente pueden llegar a ser las contrarias a lo defendido, ahí está la gracia, al menos desde mi punto de vista, de estas entradas, defender pensamientos antónimos a los míos.

El hecho que me inspiró para idear esta nueva sección fue el amplio rechazo que sufren las nuevas palabras admitidas por la RAE como correctas. Ejemplos de estas palabras pueden ser almóndiga, asín, murciégalo, cameo, dron, precuela, hipervínculo, choni, link y un largo etcétera que seguro no es necesario poner por aquí.

A primera vista no tiene por qué ser nada malo que la RAE, a medida que nuestro idioma se hace más rico y extenso, decida admitir ciertas palabras con un uso bastante extendido en la población. Lo que ocurre es que gran parte de los hablantes piensan que admitir esta serie de palabras embrutecen o envilecen nuestro idioma aun más. Pero, por muy "barriobajeras", mal escritas o extranjeras que sean las nuevas palabras que entran a nuestro diccionario oficial, no hay que olvidar que las lenguas son realidades que evolucionan e irremediablemente tienen su reflejo en la población. Los diccionarios, sobre todo los oficiales como el de la RAE, tienen el objetivo de realizar un registro vivo de los usos de nuestro idioma que tengan un mínimo de extensión en el mismo, Y aunque duela, si esas palabras son introducidas en estos registros es debido a que un número importante de ciudadanos las utilizan de forma corriente como sustitutos a otras, o a entidades que anteriormente carecían de nombre en nuestro idioma. En este caso no impera la ley del más docto, impera la ley de la pérfida y dura realidad.

De qué nos sirve mantener un idioma impoluto si no es capaz de representar la totalidad, o lo humildemente posible, de lo que le rodea, uno de los objetivos predilectos de cualquier lengua que se precie. Cierto que podríamos inventar nuevas palabras para las nuevas realidades y no inundarnos a base de anglicismos varios, pero de nuevo incurriríamos en el error de ir en contra de la sociedad, que es la que dicta el idioma en la mayoría de los casos. Y de qué nos sirve mantener unos diccionarios impolutos si no reflejan la realidad del idioma al que se supone explican y guardan registro. Y decido no extenderme en demasía en el hecho de introducir vocablos como "litrona" o "choni". Asentir que son demasiado míseras o de "bajos fondos" es pecar de elitista y afirmar que ciertas existencias tienen mayor derecho a ser palabras gráficas aceptadas; algo absurdo.

Comprendo que haya personas que se echen las manos a la cabeza al observar que palabras mal escritas, con terribles errores ortográficos, aparezcan como correctas en el diccionario que se supone es la cumbre intelectual, por así decirlo, del español. Pero no hay que encerrarse en un punto de vista. Un idioma es un elemento extremadamente maleable, cambia tanto como lo hacen las sociedades, y errores ortográficos pueden pasar a convertirse en un consenso popular y posteriormente en realidades. De hecho una de las formas en las que un idioma varía es con estos errores que acaban por hacerse universales. Para poder ejemplificar esto de una forma más sencilla solo me hace falta hacer uso de palabras que han cambiado su forma escrita a base de escribirlas erróneamente, pasando a ser posteriormente lo estándar y aceptado:

  • La palabra "ojos" antaño tendía a escribirse como "oios". Alguien decidió que era buena idea, quién sabe si por su pronunciación personal o la real entre sus congéneres, escribirla con una sonante y española "j". 
  • Esta es de acentuación. El nombre de "Pericles" antaño era pronunciado como "Péricles", pero por influencia francesa, aun siendo incorrecto, acabó por aceptarse el palabro como correcto.
  • Esta es una aportación de mi santa madre. La palabra "bofo", aunque no os suene, existe. ¿Qué es? simple, una variante aceptada, y supongo dialectal, de la palabra "fofo". Podéis buscarlo en Internet, no me lo he inventado.

Y otros ejemplos más sonados y por consenso como el convertir muchas "f" a principio de palabra a "h" mudas -debido a que el uso REAL de las palabras era con la omisión de dicha letra- o algunos plurales en principio mal pronunciados pero ahora aceptados. El español, como otros tantos idiomas, está plagado de errores que han pasado a ser sucesos tácitos y de mutuo acuerdo entre gramáticos y hablantes. Es necio pretender establecer unos cánones inamovibles en las gramáticas de los idiomas, pues sería afirmar, equiparando un idioma a una sociedad, que una comunidad se mantiene inmaculada por los siglos de los siglos y que encima esta no se inclina por el cambio.

En definitiva, hay que entender bien el objetivo del diccionario de la RAE y de la composición real de un idioma. Asumir que una gramática debe permanecer inamovible como una montaña es pretender hacer en esa misma montaña un túnel con una cuchara. Si deseamos recoger, objetivamente, la actualidad de un idioma, tenemos que asumir que palabras de muy distintos sustratos deben ser introducidas para el buen ejercicio de nuestra gramática. Elitismos varios no tienen cabida en un ámbito donde lo global se superpone a lo individual y donde lo colectivo triunfa sobre lo más ilustrado. Nuestro idioma somos todos nosotros, y todos somos partícipes del devenir del mismo.

sábado, 8 de agosto de 2015

Remakes, secuelas y otras best... superhéroes

Creo que a estas alturas es innegable asumir que la fiebre por los remakes y las secuelas ha invadido la actualidad cinematográfica. De hecho creo que se nos ha escapado definitivamente de las manos y se está convirtiendo en una auténtica pandemia. Cuando decides pasar la tarde en el cine para ver una o dos películas -esto último los que tengan una renta elevada o mucho morro para colarse de una sala a otra- puedes observar, estupefacto, que la cartelera parece la misma que hace diez o veinte años; a veces incluso treinta. Eso o que estás en una tienda de cómics. Ante esta situación solo queda optar por dos soluciones:

-Toda mi vida ha sido un gran sueño y seguimos en los noventa. Que por cierto, van a estrenar una película muy interesante, Jumanji, parece buena. Además el libro está bien. Y ah, sí, van a sacar la segunda de Jurassic Park... joder con sacar secuelas de buenas películas. Y eh, imagínate que sacan la tercera de Terminator,..

-Los cineastas se han quedado sin ideas decentes y han optado por sacar dinero de forma fácil, es decir, o hacen películas de superhéroes, saturando la actualidad cinematográfica con ello, o hacen secuelas y remakes de grandes clásicos, algo que les dará gran cantidad de beneficios dando igual lo óptimo del resultado, pues todos los fans de dichas películas-sagas acudirán como moscas a excremento de vaca, como es normal. Juegan directamente con nuestros sentimientos, y esa sensación de "por si acaso" acaba siendo demasiado potente como para obviar esa secuela tan esperada de nuestra película tan querida. Asumámoslo, si alguna vez deciden hacer, como idea suicida y funesta, por ejemplo, un remake de E.T o Los Goonies, todos en masa iremos a ver esas películas aun sabiendo que arruinarán hitos cinematográficos. Yo mismo más de una vez he ido al cine a "disfrutar" con una de estas películas con la plena seguridad de que iban a ser un fiasco, tristemente acertando en mi pensamiento. Seguro que a vosotros os ha pasado exactamente lo mismo alguna vez en vuestra vida.

No estoy queriendo afirmar con esto que el séptimo arte en la actualidad esté exento de buenas ideas  - muchos opinan que sí-, pues de vez en cuando siempre aparecen pequeños destellos de genialidad que nos permiten tranquilizarnos por un rato. Pero cuando oteas el panorama de estrenos de los próximo años y ves que las películas protagonizadas por superhéores -ya la inmensa mayoría de ellas secuelas de anteriores- junto a las nuevas versiones de películas de décadas pasadas ocupan más de la mitad del número de estrenos, hay algo que está funcionando mal. Se pueden hacer buenas películas de superhéroes y se pueden filmar grandes secuelas o remakes, ¡Incluso se pueden hacer buenos remakes o secuelas de películas de superhéroes! pero cuando uno se ve atosigado e inflado por un sin fin de: "menganito 6, el regreso", "Superhéroe con capa 3, la venganza" ya te da igual el resultado y acabas por desesperar y ansiar la novedad, por mísera y rancia que esta sea.  

Y sí, desde luego que todo este fenómeno lleva siendo una realidad desde hace ya muchas décadas, pero en estos últimos años este afán por retocar lo hecho en el pasado ha crecido de forma exponencial. Si no os lo creéis, pondré en una lista -en horizontal, ya que en vertical abarcaría la vida y media- de todas las secuelas y remakes de películas, incluidas superhéores sí, de los próximos tres años. Deseadme suerte. 

Misión Imposible: Nación secreta (estrenada ayer) -- Cuatro Fantásticos -- 007: Spectre -- Vacaciones -- Transporter Legacy -- Sinister 2 -- Hitman: Agente 47 -- Hotel Transilvania 2 -- Paranolmal Activity: Dimensión fantasma -- Dragon Ball: Resurreción de Freezer -- Los Juegos del Hambre: Sinsajo parte 2 -- Buscando a Dory -- Ochos Apellidos catalanes -- Pesadillas -- Star Wars: El despertar de la fuerza // TODAS ESTAS NOS QUEDAN ESTE AÑO, MÁS ALGUNAS QUE SEGURO ME HE DEJADO // Zoolander 2 -- Kung Fu Panda 3 -- Ben Hur -- Batman VS Superman -- Capitán América: Civil War -- Phantasm (Ravager) -- Jumanji -- Expediente Warren 2 -- Independence Day 2 -- Ghostbusters 3 -- Project XX -- Antología Star Wars: El Primer Secreto -- Avatar 2 -- Las Crónicas de Narnia: La Silla de plata -- Los Mercenarios 4 -- Popeye -- Prometeo 2 -- Stark Trek Beyond -- Tadeo Jones: vuelve el héroe --  Las Aventuras de Tintín: prisioneros del sol -- Word War X 2 -- X MEN: apocalypsis //TODAS ESAS PARA 2016, MÁS LAS QUE SEGURO ME DEJO -- Underworld 5 -- Resident Evil 6 -- Los 7 magníficos -- Bad Boys -- Barbie -- Spider-Man -- Blade Runner 2 -- Cincuenta sombras más oscuras -- Guardianes de la Galaxia 2 -- Lego Batman -- Toy Story 4 -- Thor: Ragnarok -- Allegiant: parte 2 -- Avatar 3 -- Kill Bill: Vol 3 -- Las crónicas de Narnia: el sobrino del Mago -- Pacific Rim 2 -- Piratas del Caribe 5 -- Tintin 3 -- Tron 3 -- Secuela de Lobezno (sin nombre por ahora) -- Fast and Furious 8

A toda esta bola inmensa de películas tenéis que sumar las nuevas películas de superhéroes que por ser simpático no he contado y muchos remakes y secuelas que aún permanecen sin fecha de salida pero que es seguro saldrán en los próximos tres años. No estoy exagerando, es una auténtica barbaridad. 

A mi parecer esto es algo bastante negativo cogiéndolo de forma normal, sin demasiado análisis, en bruto. Pero si empezamos a analizar una a una la ingente cantidad de filmes que aparecen, el desosiego empieza a invadirnos: ¡pero si casi todas estas películas estaban completamente cerradas!- Sus tramas eran perfectas y cualquier añadidura es un capricho. Por desgracia es algo que suele suceder en multitud de ocasiones. Si bien es cierto que a veces las secuelas son necesidades plenas debido a la trama inherente de la película, es más común encontrarnos con tramas añadidas que no vienen a cuento o historias al completo ajenas a las originales, donde se ve a leguas, sin necesidad de fijarnos en demasía, que el objetivo primordial a la hora de muchas de las secuelas es sacar una buena tajada. Si una secuela es necesaria por el tamaño de la trama o por los mismos gustos personales del director, nosotros, los espectadores, ya sabremos eso de ANTEMANO. Cuando esto no es así, a mi humilde parecer es que algo huele a chamusquina. Poniendo ejemplos:
  1. ¡BLADE RUNNER 2! ¿en serio? ¿Cómo se hace una secuela de eso? Su magia, la época en la que se hizo, son factores demasiado trascendentales en una película. ¿Qué interés hay en añadir trama a algo finalizado, y encima de una forma tan espectacular? 
  2. ¿Toy Story 4? ... Tuvisteis muchísima suerte en acertar con la tercera, no busquéis la perdición Pixar, ya tenéis dinero de sobra. Andy se fue a la universidad y los juguetes viven felices, para qué liar más la perdiz. Todos a quienes he preguntado si tienen interés en ver una cuarta entrega han respondido de la misma manera... vosotros podéis imaginarlo. A veces es mejor ver algo de forma escasa pero en su plenitud antes que apreciar su progresiva decrepitud.
  3. ¿Ghostbusters 3? Vale que en su tiempo se echó en falta alguna más, pero en pleno 2016 es algo que yo intentaría evitar. Aquello es todo demasiado ochentero, no va a funcionar.
Y no hablemos de la infame práctica, mucho más aborrecible que las secuelas, de realizar remakes de películas. Solo lo entendería cuando se tratase del mismo director, deseoso de, gracias a la tecnología actual, mejorar su trabajo mediante mejores efectos especiales y mayor presupuesto. ¡Pero justamente esto es algo que apenas ocurre, encargándose de los remakes personas ajenas al director original e incluso al estudio original!. Cosas así me hacen dudar del sano juicio de directores y empresas que deciden embarcarse en viajes que tendrán peor desenlace que el Titanic, y que desde luego no tienen la moral interior de un Quijote. Para mí es incluso una falta de respeto a los creadores de la obra original y a los fans de la misma. Comprendo que los directores y los estudios de cine pretendan honrar a aquellas personas que han ejercido de ídolos e influencia para su crecimiento personal, pero aprovecharse de la fama ajena para, casi siempre, echar por tierra algo impecable, me parece demasiado triste. ¿Por qué no invertir el tiempo en crear una obra personal con claras influencias de otras películas, antes de recaer en el error de rehacer una película que no necesita cambio alguno? Esto no se trata de bandas tributos, que existen para dar la oportunidad a los fans actuales de sentir en cierta medida la magia de las bandas originales, no. Una de las ventajas del cine es que el producto final puede permanecer sin adulterar por los siglos de los siglos, con lo que la necesidad de realizar un cambio a ese producto original suele reducirse al ansia de conseguir dinero o a un mero capricho personal. Las obras, ya no de cine, sino del arte en general, suelen encajar en su tiempo y pertenecer su misterio y magia a sus creadores, si sacas esa obra de donde pertenece, de repente lo que la hace única, desaparecerá funestamente. En ocasiones muy excepcionales, ciertos genios se verán capaces de transmitir la magia original a su revisión, pero esto es algo que apenas ocurre. Os podría dar el ejemplo de "The Thing" y muy pocos más vienen a rondar mi cabeza.

¿Qué salida tiene el cine actual? realmente no lo sé. Nosotros, los consumidores, por mucho que nos quejemos, seguiremos consumiendo este producto trillado y poco novedoso hasta que ellos decidan cambiarlo por otro y volver a saturar el mercado. Insisto, a veces puede llegar a ser incluso hasta muy correcto, pero da igual lo excepcional de algo cuando es común y no destaca entre el resto de sus iguales. Quizás tengamos que esperar unos cuantos años para que una nueva ola de directores, cansados de lo anterior, decidan crear algo nuevo que revolucione el panorama. Tan solo espero que esos nuevos hipotéticos directores no decidan crear todos lo mismo.


sábado, 11 de julio de 2015

Esa magia que transmite el tacto de un libro

No es algo nuevo ni rompedor, mucha gente ya ha escrito sobre esa sensación que uno recibe al leer un libro, un libro que puedas sentir entre tus manos, con su portada y el pasar de las hojas. Ese olor a nuevo o a humedad, según prefiráis. Pasar lentamente la hoja con ganas o pena por descubrir que acontecerá en la catarata de páginas. Lo complicado a la hora de intentar explicar esta circunstancia reside en que esa sensación, ese placer de sentir que no hay comparación a leer algo fuera de un libro, es prácticamente imposible de razonar; es algo semejante a lo que ocurre cuando intentas dar sentido al amor; casi cualquier acepción puede acertar pero jamás captará al completo la esencia de la complejidad del amor. Y en este caso son esos pequeños detalles los que se convierten en trascendentales. Puede resultar distinto para cada persona, puede resultar más especial para cada uno de nosotros, pero esa sensación enigmática está ahí, camuflada bajo capas y capas de irracionalidad, algo que se nos resiste a los humanos, creadores de lo racional y sepultadores de lo ilógico.

Me gusta comparar esa sensación, no sé por qué, a contemplar el fuego, ya sea de una chimenea o de una hoguera. Sé que no soy el único que ha sentido algo extraño cuando ha podido observar fuego en frente suya. El fuego tiene la capacidad de abstraernos de una manera que parece descabellada... ¿Cómo algo tan primitivo puede llamar nuestra atención de una forma más potente que los mayores adelantos electrónicos, por ejemplo? Sea como sea, así sucede en la mayoría de los casos. Lo mismo puede decirse a la hora de agarrar un libro y leerlo, ¿qué diferencia lógica existe entre leer un libro a través de una pantalla y hacerlo con un libro antiguo, lleno de polvo y con olor a viejo? Exacto, pensándolo de forma racional y lógica, no hay ninguna diferencia palpable de ello. Tanto la historia, la narración y los personajes son los mismos. No va a haber ninguna variación en cuanto a lo que sucede dentro de ese submundo literario. Pero claro, el mundo de los libros, la literatura en sí, tiene más relación con lo subjetivo y lo salvaje que llevamos dentro. Podría deberse a una sensación de añoranza. Los libros son realidades físicas con muchos siglos de existencia. En lo general tendemos a estimar más aquello que lleva con nosotros cientos de años que lo nuevo que apenas lleva años o décadas. También podría deberse a lo digital y a su capacidad de extenderse por los distintos usuarios a través del globo de una forma idéntica. Un libro, aunque sea producto de una editorial, donde las obras son impresas en cientos de miles de tiradas, es un elemento físico único, no comparte materia con nada más. Aunque sea una copia casi exacta de los otros cientos de miles que existen como él, es tuyo, solo tú lo tienes y por ser tú su dueño ya no es como el de los demás; tú lo posees. Pero, en lo digital no ocurre lo mismo. Si tú eres poseedor de un archivo digital que contenga un libro, este archivo se supone que es al cien por cien igual que el que tienen el resto de usuarios. Aquí el sentido de exclusividad y de único ha desaparecido al completo. Esto al principio puede parecer una causa infantil y necia, pero no hay que olvidar que el egoísmo humano es parte inherente a nuestra personalidad, y que estas pequeñas particularidades son las que llenan ese egoísmo. 

O tal vez se trate de algo que no pueda explicar. Sin duda alguna lo digital es propenso a ser más frío y alejado, en el sentido humano, que lo hecho de materia física. Además nos sentimos más relacionados con lo que podemos tocar de forma real, al ser nosotros, por lo menos ahora, seres en su mayoría físicos. Todo lo digital, aunque es de uso y disfrute de una gran mayoría, no lo entendemos fácilmente. Todos utilizamos Internet a diario pero no conocemos lo complejo de sus tejemanejes internos, a no ser que seas un informático experto. Lo digital y lo humano, aunque relacionados de forma trascendental, son realidades ajenas y al completo distintas. No obstante esto no tendría que ser un impedimento para estimar más una cosa que otra ya que podríamos guardar verdadero cariño a un aparato electrónico o incluso a un archivo digital. Cualquiera de las razones anteriores podría encajar, aunque yo me sigo decantando por lo mágico y misterioso. Desde luego que alguna de estas razones podrían participar de lo mágico, pero es sin duda para mí lo mistérico la razón primordial por la que apreciamos más un libro en su formato físico que digital. Algo nos dice, de forma quizás hasta absurda, que sentir las hojas en nuestros dedos es una razón por la que decidir leer algo a través de las páginas físicas de un libro. Si podéis comprobarlo, hacedlo; solo tenéis que encontrar a un lector habitual y preguntarle: ¿por qué prefieres leer un libro en su formato físico respecto al digital? ... No te sabrán dar una respuesta clara, se limitarán a decir cosas como "porque no es comparable", "porque en lo digital se pierde la magia del libro", "porque no sientes lo mismo". Otra pregunta que os puede aclarar las cosas es la de si prefieren leer un libro digitalmente o tenerlo al lado suyo, la respuesta ya la sabéis.

Me alegra que esto ocurra, indica que todavía son muchos los elementos que nos rodean a los que no podemos dar una explicación clara. Y no es una de las grandes preguntas universales como si Dios existe o qué origen tiene el universo, no, es una cuestión bien terrenal. Alivia saber que no conocemos todo lo que nos rodea, que todavía somos bastante insignificantes; es un gran ejercicio de humildad. Y desde luego también tranquiliza saber que ciertas tradiciones, las buenas, las que dan de comer al cerebro, permanecen entre nosotros. Desde luego que el contenido digital puede ser buen sustento para nuestras mentes, pero el sentimiento de provecho es superior en uno que en otro. Esa fuerza irracional y absurda nos llama más hacia el papel que hacia la pantalla. Es gratificante pensar que algo tan insignificante como un libro, a fin de cuentas trozos de papel y plástico, pueda competir con gigantes electrónicos como los ordenadores e Internet... es un pequeño ejemplo de David y Goliat y un pequeño ejemplo de cómo todo lo que nos rodea se sale de los terrenos de la lógica para adentrarse en una dimensión donde todos, la humanidad en sí, somos aprendices de algo muy superior a nosotros.


jueves, 9 de julio de 2015

Sic transit gloria mundi ... y nosotros mirando al móvil

Sé que voy a parecer un fetichista de las tormentas, quizás lo sea, pero hay algo en ellas que me inspira de una forma indescriptible, aunque hay que decir que en esta ocasión mis reflexiones no serán demasiado elevadas, de hecho, se quedarán bastante pegadas al suelo; serán más mundanas, aunque no por ello menos interesantes. Hace unos pocos días en Logroño apareció una tormenta nocturna bastante potente, de esas que dejan impresión aun teniendo en cuenta lo veloz que sobrevuelan tu ciudad. Digo apareció porque en menos de cinco minutos el techo del mundo se oscureció en plena noche, sí, no es un intento de metáfora de aspirante a poeta mediocre, sucedió así; llegó como, nunca mejor dicho, caída del cielo. Apenas se extendió durante veinte minutos siendo generoso, aunque su ímpetu era digno de recordar. Como ya sabréis la mayoría de los que os dignéis a leer esta entrada, tengo afición a subir vídeos a Youtube, de cualquier cosa, y mi lógica interna me llevó a la conclusión de que era buena idea grabarla para subir posteriormente un pequeño vídeo a Internet, cosa que ha acabado siendo una realidad. Por último sobra añadir a todo esto que, como he dicho al principio de este párrafo, siento verdadera adoración por las tormentas, y me encanta observarlas y deleitarme con ellas; es algo que en verdad me llena.

Tras unos pocos minutos acurrucado al lado de la ventana, en pleno éxtasis de la tormenta, decidí comenzar a grabar. Todo era normal -dentro de que a mis veinte años parecía un niño pequeño viendo a su ídolo-. Pero, a medida que estaba grabando, me dí cuenta de que ese espectáculo que me estaba brindando la naturaleza no lo contemplaba a través de mis ojos, sino que era la pantalla de mi teléfono móvil la encargada de servir como luceros digitales. Me sentí decepcionado conmigo mismo, pues siempre ando recriminando a la gente y a la sociedad en general ese abotargamiento táctil que siempre padecen, padecemos visto lo anterior. ¿Cómo es posible que decidamos vivir un momento a través de una diminuta pantalla y no con todos nuestros sentidos inflamados por la emoción? ¿De qué nos sirve grabar algo si en directo perdimos la oportunidad de sentirlo? Comprendo que queramos mantener un recuerdo, más o menos intacto, de eso que estamos viviendo, pero JAMÁS un vídeo podrá ser considerado un recuerdo. Por mucho que sientas viendo ese vídeo, los recuerdos tienen junto a las imágenes mentales un sin fin de sensaciones imposibles de encontrar en un frío vídeo. Es imposible comparar la satisfacción de experimentar ese suceso de primera mano, de forma plena, a verlo a través de una pantalla con toda nuestra atención dirigida a que "no se desenfoque ni se mueva demasiado". Un vídeo jamás podrá ser un recuerdo, el vídeo pierde demasiados factores esenciales a la hora de crear un recuerdo, al igual que no será semejante el amor que sientas hacia una persona cuando esta te traicione de forma considerable. Y tampoco es factible el intentar vivir el momento y grabarlo; si tu atención se desvía aunque sea solo un poco, ya nada será lo mismo, no conseguirás hechizarte como lo harías sin ningún entretenimiento de por medio. Por eso los grandes recuerdos, me aventuro a decirlo, no los tendréis grabados, al menos así es en mi caso. O si los tenéis grabados, los vídeos resultantes no fueron tomados desde alguna de vuestras manos. Esos son los verdaderos recuerdos, aquellos en los que estás tan ensimismado en lo que está ocurriendo que olvidas al completo lo que sucede alrededor; simplemente quieres impregnarte de ello y regocijarte. Esto se extrapola a casi cualquier situación. Yo he puesto el ejemplo de la tormenta que viví hace unos días, pero podría haber ejemplificado con una persona grabando un concierto al completo o un turista que se limita a echar fotos a los cuadros de un museo sin prestarles verdadera atención. Hacer cosas como las anteriores es arrebatar el alma a esas actividades. ¿De qué te sirve tener la foto de la famosa Gioconda si no os habéis podido mirar fijamente, apreciar la magia de su mirada y de su sonrisa? ¿De qué te sirve grabar el concierto al que estás asistiendo si no puedes levantar los brazos y dejar llevarte con la magia de la música en directo?

No creo que esto se trate de un dilema entre una cosa u otra, los dilemas aparecen cuando ambas opciones son equiparables en sus consecuencias y beneficios, y humildemente creo que en esta ocasión las consecuencias distan mucho de ser semejantes. Tanto los beneficios como los resultados de estas dos formas de vivir la vida se separan en caminos muy distintos. Es como el mal doblaje de una película... puede convertir una gran película en una bazofia. Cada cual puede pensar lo que quiera, pero es indiscutible que cada vez notamos más esta cadencia en nuestra sociedad actual. Queremos, de forma egoísta, mostrar a los demás lo magníficos que somos enseñándoles lo que hacemos en todo momento, olvidándonos de disfrutar en el momento en sí; realizamos todo teniendo en mente que debemos, como una imposición personal, evidenciar lo admirable de nuestra persona. Hay que evitar ser egoístas en esta vida, pero son estos momentos en los que no tenemos que pensar en los demás y limitarnos a disfrutar, no ser dependientes de la atención que nos brinden los demás. No es una petición para erradicar de la tierra vídeos y fotos en eventos importantes para nosotros mismos, sino una recomendación de guardarnos en el bolsillo de vez en cuando el móvil o cámara para poder exprimir de verdad eso que está ocurriendo en frente nuestra, una petición de no ser ciegos que fingen ver a través de una pantalla.

Espero que os haya gustado esta pequeña reflexión, y sobre todo, os haya resultado entretenida. Muchas gracias por leerme y hasta la siguiente ocasión.

viernes, 3 de julio de 2015

Chat Terra... ese gran desconocido

Sí, este blog se supone que era para entradas más loables y literariamente interesantes, pero siempre es bueno hacer excepciones, y con lo que os traigo, lo merece. Supongo que todos conocéis el chat Terra aunque jamás hayáis entrado en él -no os perdéis nada-. Su leyenda es inmensa y perdura en Internet como ninguna otra página web puede. Cuando más joven tenía la sana costumbre de pasar el rato junto a mis amigos en este chat; pasábamos tardes enteras trolleando a gente cuando la palabra "troll" todavía significaba en exclusiva monstruo de grandes dimensiones procedente del norte. Del norte de donde queráis, pero son del norte. En definitiva, era el lugar perfecto para deleitarse con la tontería general del personal, y sobre todo, para admirarse con la desesperación que alcanzaban ciertos individuos. 

Recordando aquellos días de antaño hace unas pocas semanas me dio por volver al chat Terra para observar cómo es el panorama -completamente igual- después de cerca de diez años, que se dice pronto. Subí alguna captura de pantalla a mi Twitter personal, y parece que gustó a ciertas personas, y como ese día no tenía mucho más que hacer, decidí hacer unas cuantas capturas más para subirlas a mi blog en cuanto tuviera tiempo. Ahora lo tengo, así que dejo de escribir para que podáis descubrir conmigo un mundo lleno de ... lleno. No puedo descartar que yo fuese el trolleado, pero oye, de eso se trata la cosa.

Pedrone will be back

Esta la subí a Twitter. Por lástima será algo que solo entenderán los riojanos o las personas muy metidas en la política. Resumiendo, Pedrone era el presidente de la Comunidad de La Rioja, y llevaba veinte años en el poder. Tristemente, en las elecciones pasadas no consiguió alcanzar la mayoría absoluta, y ahora, Don Ceniceros, amigo íntimo de él, es el encargado de sustituirle. Y bueno, como mi cabeza es como es, pues se me ocurrió lo siguiente. Pobrecito, yo también me hubiese quedado así.


PD: Alcandre es un pequeño pueblo de La Rioja. No tiene nada de especial, pero me gusta demasiado como suena al pronunciarlo en alto, por lo que suelo utilizarlo a menudo en cuanto puedo. 

El loco por la Campurrianas

Este es muy simplón, no tiene sustancia. El enlace era un link que abría una foto de unas campurrianas, el hombre no se sació y quiso seguir viéndome los pechos. Algunos aunque les digas que les estás "trolleando" siguen cachondos perdidos. 


Coca cola...

También un poco simplón, aunque la mención a Los Simpons se merece un aplauso.


Ya sabemos cómo empezó a fumar el de Jarabe de Palo

Creo que no necesita explicación.


No nos engañemos, hay gente simpática

Hice la clásica pregunta de: ¿Quién fuma? Y al instante este bienhechor vino a mi rescate para que quedase bien la captura. Aunque sean cuatro gatos, de vez en cuando encuentras a gente normal.


Le jodí el calentón de una manera...

En qué consiste la cosa, en simplemente calentar a un desesperado. Empiezas a decirle cosas guarras, durante un buen rato... y en el momento en el que observes que está a punto de... bueno, os lo podéis imaginar, sueltas esas mayúsculas en rojo que podéis ver en el chat. Casi nunca funciona, porque es muy triste... pero de vez en cuando... No quiero decir que se acojonase, pero sí.


Cantando un poco de Los Gandules

Nada que explicar, canté una bonita canción y no me siguió :( 


¿Machop mejor que Machoke? estás loco

Puso un mensaje en el chat general, y me llamó la atención su nombre, y bueno, nada más que explicar. Algunos, de todas formas, lo que hacen por pasar un buen rato... lo que cuesta meterse en páginas guarras.



Esta es de las mejores que conseguí

Yo tenía una duda muy simple, ¿es verdad que absolutamente todos los pisos modernos tienen poliespán dentro de la pared como aislante? Qué mejor que solucionar mi duda que buscando a un valeroso obrero por el chat general que al parecer anhelaba tetas pequeñas. Esta buena persona me contestó, y bueno, aclaró mis dudas más o menos.



La gente de chat Terra es muy chistosa

Comiéndole la oreja a uno asegurándole que me ponía a tono con los chicos graciosos, le pedí que me contara un chiste. Sublime.



Hay gente legal en chat Terra, aunque no es lo normal

Chat Terra es un nido de pederastas, cada día me cercioro de ello con más seguridad. Pero, de vez en cuando encuentras a gente que deja la conversación si ve que se pone demasiado caliente y se supone eres menor de edad. Además opina que el Club de la Comedia es mierda, por lo que seguro es de fiar. 


No descarto segunda parte en un futuro bastante lejano. No quisiera que el blog se convirtiese en uno de humor, y pretendo mantenerlo cerca de la literatura y la escritura. Espero que os haya gustado la entrada. 

jueves, 14 de mayo de 2015

Natural o no natural

Se ha montado bastante revuelo en las redes sociales debido a una fotografía donde aparecen unos párrafos que hablan sobre la homosexualidad y la heterosexualidad de una forma, por así decirlo, un tanto subjetiva. La importancia de la noticia radica en que estos párrafos se pueden leer en libros de texto para adolescentes que asisten al instituto. Los párrafos en cuestión son los siguientes:

El fragmento del libro de biología con la definición de 'homosexualidad'.

Merece la pena añadir que en contra a lo que se iba predicando por Internet, el libro no pertenece al conocido grupo SM -aunque una pequeña relación sí que guardan con los creadores del libro de la polémica-. Ellos mismos han confirmado lo que yo os escribo mediante un comunicado oficial en su página web: haced click aquí para leer el comunicado.

No he decidido publicar esta entrada en mi blog para comentar esta jugada "maestra" por parte de los autores del libro de texto; creo que sobran las aclaraciones que pueda hacer. Lo que sí me gustaría comentar es algo que me ha llamado mucho la atención, lo que la gente opina sobre la noticia, y sobre todo, lo poco natural que algunos suponen que es la homosexualidad. Aunque la mayoría de internautas han decidido criticar severamente a los autores de este párrafo, son algunos los que afirman que, aunque sea un poco exagerado, sí tienen en parte algo de razón ya que, para bien o para mal, la homosexualidad no es algo natural y va en contra de la naturaleza. Ni mucho menos vengo tampoco a debatir sobre esta sentencia -que para mí es rotundamente errónea, pues considero que natural es aquello que simplemente puede existir, otra cosa es bajo qué punto de vista decidamos juzgar-, sino a aclarar qué equivocados están algunos en juzgar lo correcto bajo el precepto de que es natural. 

Hay que comprender que el ser humano es un ser que se rige bajo la costumbre y la rutina, anteponiendo la tradición a muchos elementos quizás más trascendentales en la vida. Por ello, asumimos que lo que es normal o más común a nuestro alrededor es lo natural, porque siempre está ahí -incluso cuando podría llegar a ser antinatural-. Así que si observamos algo a diario suponemos que es lo que debe estar ahí, es decir, lo correcto. Somos seres con miedo a lo nuevo, pues desconocemos sus características y no sabemos qué consecuencias nos puede tocar sufrir. Me gusta ejemplificar esto con todo aquello relacionado con la muerte. La muerte, aunque bajo nuestro pesar es algo a lo que solemos temer, es fundamental para que todo este circuito que es la historia pueda seguir siendo un hecho. Es una verdad que todos solemos guardar de forma encubierta en nuestra mente, pero que muy poco intentamos analizar. La muerte es tan natural como el comer o como dormir todas las noches. Y aun conociendo lo natural que se supone que es que nuestras vidas finalicen cuando tengan que finalizar, uno de los objetivos predilectos de la humanidad es intentar evitar este fatídico momento. Cada año surgen nuevas curas para enfermedades incurables, cada año aparece nueva tecnología capaz de crear órganos perfectos para trasplantar, cada año aumenta más la esperanza de vida del ser humano medio... y creemos que esto es lo correcto, que esto es lo que hay que hacer... pero sin embargo no hay nada más antinatural que vivir más de lo que se supone debemos vivir e ir en contra de la misma muerte. No me parece algo perjudicial, ya que es característica intrínseca del ser humano ir más allá de su capacidad, pero me sirve a la perfección para ejemplificar cómo los humanos aceptamos cosas como correctas incluso cuando son antinaturales. Así que, transportando este ejemplo a la homosexualidad -que insisto, opino que SÍ es natural- imaginemos por algún momento que se descubre de forma irrefutable que esta, como dicen algunos, es antinatural... Pues digo yo, ¿Y qué? Podemos hacer una lista infinita de acciones individuales y supuestamente antinaturales que ejecutamos a diario y que, sin embargo, juzgamos como correctas. Estimamos en demasía a lo que se supone que es natural a la hora de pronunciarnos moralmente, nosotros, el ser humano, creador de lo inexistente y Dios de lo artificial, cuando no podemos siquiera asegurar al completo que algo sea natural o no; no hay medios para ello sino puntos de vista u opiniones para así considerarlo. Si nos ponemos a juzgar lo natural de nuestras acciones desde el punto de vista más extremista, es decir, considerar lo natural como el ser humano viviendo de forma directa de la naturaleza como ser primitivo, veremos que TODA nuestra vida es un compendio de acciones antinaturales: vivimos con luz aunque la luna esté en el cielo, viajamos a velocidades estratosféricas comparadas a la velocidad del andar humano, podemos comunicarnos con personas a cientos de kilómetros cuando nuestra vista no alcanza más de unos pocos kilómetros... y todo esto, insisto, sin poder cerciorar de forma definitiva qué es lo natural, ya que depende, como todo, del punto de vista que decidamos escoger.

NOTA: asumo la muerte como algo "natural" para poder ejemplificar, y sobre todo, porque me parece uno de los pocos elementos existentes capaces de ser juzgados como naturales. Aunque insisto en que no se puede saber con plena seguridad si lo es o deja de serlo. Pero, como suele ser un elemento trascendental en nuestras vidas e intocable, condicionante en todos los aspectos posibles, creo que se me puede permitir juzgarla de natural al menos para poder explicarme en esta entrada. Y, aunque la falacia "ad populum", falacia es, creo que cualquiera que lea esto tratará la muerte como algo natural.

Quizás me he liado demasiado dando explicaciones largas para asuntos fáciles de aclarar. En definitiva quería explicaros que NO hay que juzgar los sucesos o la realidad misma mediante el dogma de lo natural porque no tenemos seguridad plena de qué es natural o deja de serlo. Y, aun disfrutando de la seguridad de que algo sea natural o no natural, no hay que achacar el que lo sea para juzgarlo, ya que no podemos relacionar lo moral y lo natural -por la naturaleza indefinida de lo mismo- y ni mucho menos encumbrar lo supuestamente natural detestando aquello que no se amueble a ello. El mundo no es de una forma, es de millones, tantas como personas y conciencias existen. Achacar que algo es innatural es como decir que el vaso está medio lleno, algo que depende de afirmaciones culturales y casi nunca científicas.