domingo, 7 de febrero de 2016

Poemas premonitorios

César Vallejo

No acertó ni en la estación ni en el día, pero sí en la localización y en las circunstancias, pues falleció un 15 de abril de 1938 en París, en un día lluvioso como afirma en el poema: Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo. No atinó con la hora exacta, ya que falleció un viernes; por lo menos hay que darle el mérito de que se quedó cerca del día exacto.

Me moriré en París con aguacero, 
un día del cual tengo ya el recuerdo. 
Me moriré en París -y no me corro- 
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño. 

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso 
estos versos, los húmeros me he puesto 
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto, 
con todo mi camino, a verme solo. 

César Vallejo ha muerto, le pegaban 
todos sin que él les haga nada; 
le daban duro con un palo y duro 

también con una soga; son testigos 
los días jueves y los huesos húmeros, 
la soledad, la lluvia, los caminos...

Armando Buscarini


El menos conocido, y con diferencia, de todos los poetas aquí adjuntados. Él perteneció a la bohemia española de principios del siglo XX, y pronto se vio afectado por esa forma de vida, acabando sus últimos años de existencia dentro de una institución mental en Logroño. Nacido en Ezcaray, lo que llama la atención es que supo averiguar que en un futuro una calle del pueblo que le vio nacer llevaría su nombre, como dice al principio del poema: A una clara avenida, con frondoso arboladodarán mañana el nombre de quien tanto luchó. Esta capacidad de averiguar el futuro tiene mucho mérito, pues Buscarini fue casi un completo desconocido en su vida y casi desapareció del horizonte literario una vez fallecido, por lo que incluso una calle con su nombre en su pueblo de origen era algo raro difícil de imaginar, más por sus extravagancias y forma de vida.

A una clara avenida, con frondoso arbolado
darán mañana el nombre de quien tanto luchó.
Mi corazón entonces se hallará agusanado
En el estrecho nicho que la piqueta abrió 
En un bello crepúsculo, tranquilo y perfumado
resonarán canciones que no escucharé yo.
El amor de los niños habrá purificado
la memoria de un hombre que por amar, pecó.
¡Avenida soleada de un futuro lejano!
¡En mis sueños te veo surgir esplendorosa!
¡Tú has de ser en las noches cálidas de verano
vía abierta a la dulce confidencia amorosa,
cuando crucen los novios cogidos de la mano
y se alejen las almas un poco de la prosa...! 

('Avenida Armando buscarini'. El rufián, 1928)

Federico García Lorca

Todos conocemos la trágica historia de uno de nuestros poetas más célebres. Siendo fusilado el 18 de agosto de 1936 en un camino, a día de hoy no conocemos la localización exacta de su cadáver. En este poema premonitorio, escrito entre 1929 y 1930, es capaz de adivinar que moriría rodeado de naturaleza, bajo el cri cri de las margaritas y que la persecución a la que se vio visto fue considerable, Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias, abrieron los toneles y los armarios. Y sobre todo, lo que más nos llama la atención; supo que jamás íbamos a encontrar su cuerpo. Ya no me encontraron. ¿No me encontraron?No. No me encontraron. De forma más optimista, dentro del tono melancólico y pesimista de este poema, también vaticinó que los nombres de aquellos asesinados bajo la represión fascista nunca desaparecerían: y que el mar recordó ¡de pronto! los nombres de todos sus ahogados.

(...)
Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados.

Fragmento de la "Fábula y rueda de tres amigos", Poeta en Nueva York


A medida de que descubra o lea más poemas premonitorios, volveré a hacer una entrada de este tipo. Espero que disfrutéis de ello.


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